domingo, 26 de agosto de 2012

Dolor

Aprendí hace algunos días una verdad innegable del mundo, el dolor es opcional. Es curioso que tan solo hace unos días estaba hablando con alguien muy especial para mi, acerca de las cosas que debíamos hacer para procurar que el dolor no formara parte de la vida, de nuestra vida y  en los últimos días han acontecido de manera poco agradable sucesos que no me permiten pensar con claridad, en momentos en los que la tristeza y el dolor invaden mi vida (no sabría si llamarlo depresión, o algo por el estilo) y en los que veo impotente que dependo de otras personas. 

Tal vez las lineas anteriores no tengan algún sentido (espero que algunos problemas se solucionen para poderles contar de manera clara todo lo que ha sucedido y como todo parece desesperante), por el momento solo puedo decir que el dolor es circunstancial y cada cual desde su personalidad lo asume de manera diferente (que si me rió en vez de llorar no indica que este mintiendo, no soy precisamente  alguien que busca la compasión de otros).

Cosas tan simples como caminar o reírme con desconocidos me recuerda que todo podría ser peor, que aun puedo sonreír y que hasta el peor de los días en realidad no lo es.

A veces me siento terriblemente mal, sintiendo que toda esa felicidad que me embarga se irá tal cual llego, de manera inesperada, ¿Acaso no es cierto que la vida da y quita en proporciones iguales?

Me da miedo pensar en todo lo que soy capaz, no sentir culpa o remordimientos, hay días especialmente buenos sin embargo la semana pasada no he tenido esa clase de días, quisiera elevar mis brazos y salir disparado cual bala de cañón, sintiendo el aire cortante a mi alrededor.