martes, 12 de julio de 2016

Empezar de nuevo

En un arrebato de locura decidí pasar la página de mi vida. Destruir el pasado que atormentaba y transgredía la tranquilidad de mi alma. Tomé  mi diario y le prendí fuego a todas las páginas en las que había escrito los momentos más importantes. Cómo si el pasado se resistiera, el fuego se extinguía sin causar el más leve daño, me invadía un desasosiego que me hacía encender la llama con más ahínco. 

El Fuego consumiendo una las hojas de mi diario.
Poco a poco el fuego se expandió, el humo llenaba la cocina, sentía el calor del fuego cerca de mi piel. El sonido de las hojas cediendo a la fuerza arrolladora y purificadora de la llama llenaba mis oídos, parecía ser el lamento de mi voz, esa que se perdía cada segundo con cada palabra que el fuego iba borrando, porque parece que la única manera de borrar el pasado es prendiéndole fuego. 

El gran problema con borrar el pasado con fuego, es que deja tras de si un hedor que tarda tiempo en desaparecer y quienes entran en tu vida, pueden sentirlo.

Lady Masacre - Mario Mendoza

Hace unos meses leí este libro junto al grupo de lectura Calíope. Esperé todo este tiempo a escribir mi opinión porque cuando terminé de leerlo, me sentí bastante decepcionado y no quería escribir con la cabeza caliente. 

Ficha técnica


Libro: Lady Masacre.
Autor: Mario Mendoza.
Año: 2013.
Páginas: 256 páginas
Editorial: Planeta.
Precio: 36.000 pesos colombianos.
Sinopsis:

Frank Molina es un periodista alcohólico y bipolar que pierde su trabajo y decide abrir una oficina como detective privado en un barrio de la capital colombiana. Pasan los días y le llegan casos irrelevantes que no le interesan. Hasta que un día una mujer elegante y distinguida solicita sus servicios para investigar un crimen. Se trata de un asesinato extraño en el que hay varios misterios por resolver. Frank acepta.

Detrás del caso aparentemente hay un caso oculto, una historia de amor por una mujer que pertenece al país profundo, una serie de traiciones, corrupción política, trampas, masacres a la luz de la luna en fincas de terratenientes que han vendido la escasa conciencia que les quedaba. Molina iniciará una investigación en la que descubrirá mundos oscuros en los que prima la corrupción, la trampa y la muerte.


Opinión Personal

La portada de Lady Masacre es una invitación, que un lector como yo, no puede rechazar (a veces puedo ser muy superficial). Los colores, las letras y hasta la fotografía de la mujer con mascara de luchadora, son detalles espectaculares, sin embargo, allí reside mi primera decepción, el título y la portada me venden una idea errónea de lo que el libro trata, o al menos de un personaje que se supone va a aparecer como protagonista y no lo hace o qué uno supone va a aparecer la mayor parte de la novela y tampoco lo hace.  

Dividido en tres partes, la primera de ellas contiene nueve capítulos, que nos cuenta la historia de Frank Molina, un periodista al que despiden de su trabajo por sus problemas con la bebida y las drogas, además de su problema con su bipolaridad, decide abrir una agencia de detectives en la que empieza a rechazar casos porque no los considera interesantes.   
"Hay momentos de la vida en los que uno tiene la impresión de estar perdiendo el poco tiempo que le queda, de estar echándolo a la basura, pero curiosamente, no se le ocurre nada mejor, no desea cambiar de vida, no quiere hacer grandes planes de recuperación, no tiene ningún interés de sí mismo  " 
Frank Molina, que en la sinopsis lo describen con la profundidad qué se puede encontrar en la historia, es un hombre que intenta ser responsable mientras lucha contra sus problemas personales, ese punto me gusta, mostrar al detective cómo el humano qué es y no cómo estamos acostumbrados en las historias de detectives, pero todo eso se ve desdibujado en la manera en que parece resolver el caso, lo  que lo convierte en un personaje inverosímil (además de ser el detective menos inteligente, astuto e interesante que he leído)

En el detalle anterior me voy a detener para explicar lo que no me pareció. Los diálogos parecen postizos hasta el punto de ser inverosímiles (ya lo había dicho con otro libro que leí de Mario Mendoza). Por otro lado tenemos confesiones que el detective consigue casi por arte de magia, si bien me habla de políticos y criminales peligrosos, no lo parecen, cuando el detective usa chantajes que bien son superficiales. No me satisface cómo se resuelve la historia. 

La segunda parte del libro cuenta con diez capítulos, e intenta mostrar el problema de la bipolaridad del protagonista. A mi parecer si se prescinde de esta parte, igual la historia puede continuar, porque además lo que sucede parece estar desconectado de todo el libro y no aporta nada a la trama, y en este punto debo agregar qué Mario Mendoza tiene un punto positivo por hacer una critica de la política y el paramilitarismo, sin embargo esta crítica que hace pierde notoriedad al desestimarse porque no hace parte de la historia, sino que se menciona allí cómo por estar. 

La tercera parte, mi favorita, cuenta con ocho capítulos, es la mejor de las tres, allí aparece Lady Masacre, quien en unas cortas lineas se roba todo el protagonismo de la historia, además la sorpresa que nos brinda el autor, es sencillamente genial.

El libro es divertido, se lee rápido, pero como mencioné anteriormente tengo una fascinación por las historias de detectives que no me permitió disfrutar la lectura. Los personajes secundarios son más llamativos que el principal (Kaliman y Lady Masacre son una muestra de ello), los diálogos son demasiado falsos, todo lo que sucede es fortuito o se soluciona de esa manera de chasquear los dedos y hacer aparecer conejos, el personaje principal es abrumador y hay muchas cosas que no aportan a la historia. 

Recomiendo leer el libro para poder hacerse una idea de lo que trata, para su humilde servidor se ha tratado de la lectura que menos ha disfrutado este año y de la que le ha mostrado que no es un lector de Mario Mendoza o que no es el tipo de libros para mi.

El Autor.


Mario Mendoza, Bogotá 1964, es un escritor, catedrático, profesor y periodista colombiano. Estudió en el Colegio Refous y en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá donde obtuvo la maestría en Literatura Latinoamericana. Gracias a su novela Satanás, obtuvo el Premio Biblioteca Breve de la editorial Seix Barral en 2002. La ciudad de los umbrales (1995), Scorpio City (1998), Relato de un asesino (2001), Satanás (2002), Cobro de sangre (2004), Los hombres invisibles (2007), Buda Blues (2009), Apocalipsis (2011), Lady Masacre (2013), Paranormal Colombia (2014), La melancolía de los feos (2016)