viernes, 16 de diciembre de 2016

Cazadores de sombras: Ciudad de Hueso

Portada del primer libro de la saga 

Hace unas semanas vi una serie que en redes sociales causó furor, no suelo dejarme llevar por lo que dicen las personas en redes sociales pero en este caso decidí ver la serie. Se trata de Cazadores de Sombras (Shadowhunters), una serie aburrida y que no me generaba interés, basada en una serie de libros escritos por Cassandra Clare, sin embargo seguí viéndola porque hubo dos personajes que me llamaban la atención por su desenvolvimiento (eso y que todos los actores de la serie están bien guapos). Magnus Bane, un poderoso brujo, y Alec Lightwood, un cazador de Sombras. Entre estos dos personajes se siente una tensión y una química, un coqueteo irreverente, que simplemente quedé atrapado. Es triste decir que la primera temporada se sostiene por la relación de Magnus y Alec - Malec- pero esa es la verdad (y sinceramente no es triste) y creo que todos los que vieron la serie estarán de acuerdo conmigo.

Malec en la serie Shadowhunters
La serie me generó tanta curiosidad por estos dos personajes que decidí hacer lo impensable, leer la saga para conocerlos y saber como se desarrolla esta relación en los libros. 

El primer libro nos muestra pequeños detalles de los personajes que me interesan (específicamente de Malec) pero se centra en Clary y Jace (que personajes tan sosos y aburridos). No ha sido una decepción este libro porque no tenía expectativas altas con lo que iba a encontrar (de hecho me encontré con lo que sabía que iba a encontrarme). Ahora entiendo porque la serie es aburrida, el libro no es mejor. 

Por cierto, me encanta que mis personajes favoritos sean gay/bisexual, es que además me llegan directo a los sentimientos inexistentes que poseo y es una muestra de los pasos que está dando la literatura juvenil por mostrarnos la diversidad. 

Por otro lado olvidé por completo el vinculo Parabatai, que suena un poco a la impronta en Crepúsculo, sin embargo en este caso me gusta que se trata de una amistad, casi de un contrato en el que están dispuestos a dar la vida.

Es una pena que esta pareja pase a segundo plano y que sus apariciones sean poco frecuentes, sin embargo cuando aparecían mi expresión era:


martes, 13 de diciembre de 2016

Sobre el tráfico y el pasado

Durante todo el día no me pude sacar de la cabeza la noticia de ayer. Me parece aún increíble que C. nos haya abandonado, tuve aún más tiempo para pensar sobre ello en el bus porque el tráfico me mantuvo algunas horas encerrado en ese cajón metálico.

Ayer justo antes de enterarme de la noticia, recibí algunos mensajes de unos amigos a los que estimo, sin embargo, mas que alegrarme creo que me sentí triste, durante mucho tiempo nos separamos, dejamos de hablar y vernos, continuamos con nuestras vidas, y tras la trágica noticia es cierto que debemos reunirnos. En mi caso no quiero hacerlo porque el yo de este momento no se siente preparado, me he convertido en algo que no esperaba, alguien que no quería ser y que ahora soy. 

Me produce dolor esa verdad, no estoy preparado.   

lunes, 12 de diciembre de 2016

La muerte...

No era muy cercano a C. Nos conocimos en la universidad por amigos en común, quiero pensar que era el destino conocernos. A pesar de ser parecidos, eramos muy opuestos, él estaba lleno de vida, energía, de risas y palabras, por mi parte estaba lleno de una felicidad melancólica, de muchos silencios y de pocas palabras.

Hace unos cuantos minutos me enteré de su partida en extrañas circunstancias. sentí que algo en mi interior se quebraba ¿Por qué alguien tan joven? ¿Por qué alguien tan lleno de vida?  ¿Por qué alguien que a su paso sembraba alegría? NO PUEDO CREERLO, él tenía mucho por hacer, mucho por vivir. 

Me aterra esta noticia. Me siento muy triste.

Tu amistad

Mariposa en origami, foto archivo personal de Chris
Me empecé a alejar desde el momento en que nos conocimos. Ese día que nos sentamos a tomar té, a reír con tus chistes y tu sentido del humor, desde ese momento supe que íbamos a llegar a esto. Me sentía solo y había cerrado puertas de mi pasado que me estaban ahogando. ¿Sabes? no suelo ser constante en mis relaciones, una parte de mi siente que no ama a los demás, soy alguien que disfruta de la compañía. Relaciono mi amistad con una cárcel, como si estuvieramos en una celda y todos los presos contáramos nuestras historias, para ir despidiendo a todos los que quedan libres, sin conocer su paradero posterior, y darle la bienvenida a los nuevos reclusos.

No fui del todo sincero, ¿Acaso lo fuiste tú? A medida que nos conocíamos descubrí que no eras quién decías ser, tal vez eras el reflejo de mi porque mentí sobre algunos aspectos de mi vida, quería que confiaras en mi, quería confiar en ti. Supongo que esa falta de sinceridad lo arruinó todo. ¿Por qué no podíamos hacerlo? En el fondo vimos en el otro a un viajero errante que vaga de ciudad en ciudad, de persona en persona sin saber que está buscando realmente. 

Me sentía incómodo a tu lado cuando estábamos en grupo, quería estar con todos y tu querías que todos estuvieramos contigo. Odiaba que tus dramas permearan mi visión de la realidad, detestaba esa falta de seguridad cuando sabías que eras un diamante, me corroía que intentaras ser quién no eras y me enojaba que nunca pude corresponder a tu amistad. Buscabas a alguien incondicional, alguien que no soy yo. Yo buscaba con quien compartir mis lecturas, los poemas, hablar de películas, disfrutar de la música, salir a caminar y sentarnos en un parque , yo buscaba a alguien que no eras tú. 

Con el tiempo sentía que me arrastrabas a terrenos que no quería conocer, tu amistad me pesaba, me hundía y un buen día lo comprendí y me alejé. Quiero recordarte con una sonrisa en el rostro.